jueves, 8 de abril de 2010

Para empezar...


Los trastornos de conducta alimentaría son un grupo de entidades clínicas con repercusión psicosomática grave, los cuales comparten como rasgos comunes y definitorios: repercusión nutricional, preocupación extrema por el peso y la silueta (imagen corporal), respuestas conductuales desadaptativas y malestar emocional.

Uno de los problemas más importantes es el de la desinformación que existe actualmente en la sociedad. Si se desarrollara una buena información la anorexia se vería reducida.

La sociedad desconoce todas las consecuencias y problemas de salud que puede generar. Las adolescentes desconocen otra técnica para bajar de peso más que imponerse dietas tan restrictivas que promueven el trastorno patológico.

Otro problema se encuentra en la manipulación de los medios: los anuncios de le televisión, los desfiles, las modelos, las publicidades, que crean una imagen ideal, un modelo a seguir.

Se incluyen diversas entidades dentro de los trastornos de conducta alimentaria: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y otros trastornos no especificados.

La clasificación internacional de enfermedades de la Organización Mundial de Salud define la anorexia nerviosa como un trastorno caracterizado por pérdida de peso intencional inducida y mantenida por el enfermo. El trastorno se asocia con una sicopatología especifica, en la cual se mantiene como idea recurrente y sobrevalorada un temor a la obesidad y a la flaccidez de la silueta corporal, por la cual el enfermo se autoimpone un límite de peso bajo.

Por su parte, el manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) la describe como ``el rechazo a mantener el peso corporal en los valores normales, en un miedo intenso a ganar peso y en una alteración significativa de la forma o tamaño del cuerpo.

La bulimia nerviosa es descrita como ``un síndrome que se caracteriza por accesos repetitivos de híper-ingestión de alimentos y por una preocupación excesiva por el control de peso corporal, que lleva al enfermo a practicar una híper-ingestión alimentaria seguida de vómitos y uso de purgantes

Según el DSM-IV-TR, la bulimia nerviosa se caracteriza por episodios recurrentes de voracidad seguidos por conductas compensatorias inapropiadas como el vomito provocado, el abuso de fármacos laxantes y diuréticos u otros medicamentos, el ayuno o el ejercicio excesivo.

Ambos trastornos mencionados comparten muchas características comunes, incluido el excesivo interés por la apariencia personal y el peso. El dato diferenciador entre ambas enfermedades clínicas puede ser el peso, en el caso de la bulimia nerviosa este puede mantenerse en límites normales, incluso por encima con tendencia al sobrepeso.